Esta historia le calentará más que un café en un día frío de invierno. ¿Por qué no lo intentamos hacer en nuestras ciudades?
Entramos en un pequeño café mi amigo y yo e hicimos nuestro pedido, cuando nos dirigíamos a nuestra mesa entraron dos chicas y pidieron al camarero: "cinco cafés por favor; dos para nosotras y tres en espera". Ellas pagaron, tomaron sus dos cafés y se marcharon; le pregunté a mi amigo ¿qué eran "cafés en espera?. Mi amigo respondió que ya lo sabría. Algunas personas más entraron, dos chicas tomaron sus bebidas y se marcharon. Entonces entraron tres abogados y pidieron siete cafés, tres para ellos y cuatro en espera. Yo todavía me preguntaba que significaban todos esos "cafés en espera". En eso que entra un hombre, un mendigo con ropas raídas y pregunta amablemente al camarero ¿tiene algún café en espera?
Es simple, la gente paga por adelantado un café para alguien que no puede permitirse algo caliente con que aliviar su necesidad.
La tradición de los "cafés en espera" comenzó en Nápoles, pero se ha extendido por todo el mundo, en algunos lugares las gente también deja "en espera" bocadillos o comidas completas. Una hermosa costumbre a tener en cuenta.
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