Centro Penitenciario, Centro de Reabilitación social o podemos decir también la carcel de Guaranda. Aquí es el próximo destino de la Kalabaza durante un mes. Colaboración con los programas de Alfabetización que se desarrollan en el centro (Programa Voluntad de Alfabetización) y por la tarde clases de educación física, dividiendo a los 220 internos aprox. en varios grupos.
Aquí se produjo otro momento increíble en mi vida, de esos que si me da tiempo recordaré antes de morirme. La impresión de entrar por primera vez al patio. Cruzar las rejas, ver a los internos (no se dice presidarios o presos, sino internos), ver los talleres, los pequeños colmados (kioskos) pasar a la cancha y entrar a la biblioteca... fue menos de un minuto, pero fue una sensación increíble... un mundo paralelo, un mundo nuevo ante mis ojos.
Lo que me soprendió fue en un principio las medidas de seguridad, relativamente aleatorias que tomaban los policías a mi entrada. Hay que recordar que es una cárcel de baja seguridad, por lo que no generalicemos. Porque en Ecuador, hay cárceles de alta seguridad realmente peligrosas (con bandas altamente organizadas). No se, uno realmente que sabe de las cárceles. Pues prácticamente nada, lo que se imagina, lo que ve en las películas... pero realmente uno sabe poca cosa y menos de una cárcel en Ecuador.
Luego conocer a los internos (hombres y mujeres, de diferentes edades desde chavalillos hasta abuelos), las celdas, la ropa tendida, las máquinas, los trabajos de carpintería en el taller...
Ya me habían contado, aquí todo tiene un precio... se alquilan zapatillas, balones, se compra comida, ropa... todo tiene un precio. Ver el momento del rancho (comida) como todos llevan su cuchara, cuenco y plato... Todo se alquila. Me encantó ver su propio cine-forum (nosotros unos cientos de metros en el local de un amigo hemos empezado a hacerlo) y la película... pues "Ciudad de Dios", peliculón!!!.
Cosas que fuera no tienen importancia, aquí todo lo contrario... una cuchara, unas zapatillas para jugar, una camiseta limpia, una cobija (manta)... aquí dentro es oro.
Todo fue genial, conocer a los PPL (Personas Privadas de Libertad)... todos tienen motes por ejemplo que recuerde "Torcido", "Tarjetero", "Culebra", "Culebrita"... de lo más variopinto. Y ha habido de todo, gente que le caí mejor otros no tanto, incluso vi un momento de tensión en un juego de ecuavoley.
Pienso que lo que me proteje es el estima o cariño por parte de los PPL y los policías, llevarme bien con ambos es fundamental. A ellos también les viene bien, porque se reduce la tensión entre los PPL, por tanto los PPL están más tranquilos y por ello también los policías. Siempre hay que estar "atenti", uno nunca sabe lo que se cuece... parece una cosa pero puede ser otras.
Siento decirlo, pero fui testigo directo de la corrupción policial, le das $5 para unos secos de pollo y no te ponen una multa de tráfico!!. Mira que me habían comentado, pero cuando uno lo ve con sus ojos... como dicen aquí que iraaaas!! que grave!! gravísimo!!. Pues debo confiar en la policía para estar seguro aquí dentro.
En seguida al entrar, ve uno que la justicia es para unos pocos. No hay ningún preso con estudios universitarios, de hecho un porcentaje importante no sabe leer o escribir. La educación es prevención... Más escuelas y menos cárceles. Aquí y hay de todo, desde delitos de sangre, hasta campesinos que han robado ganado o unas gallinas...
Se juega a las cartas (al juego de las 40), parchís, ajedrez, fútbol, ecuavoley... en todo se apuesta y se pagan hasta a los árbitros. Hay gente encantada con las clases, en cuanto me dijeron mis compañeras... Víctor puedes hacer juegos con ellos, les gusta jugar al "gato al ratón". En cuanto me dijeron eso, dije ok!! sin problemas!! si juegan al gato y al ratón!! no hay problemas... así que plantee actividades de todo tipo, desde más relacionadas con actividad física como juegos y dinámicas...
Menudas risas, fíjate si a mi a veces sin participar se me iba de la cabeza donde estaba... imagínate a ellos. Una pasada, les venía genial. Desconectaban de lo lindo... y hacerles jugar era genial. Como se lo pasaban... que si bromas, que si comentarios (muchos de ellos siempre en relación a la sexualidad, sobretodo homosexualidad... curioso). Como daba las clases en la cancha, todos los internos que no participaban y no trabajaban en los talleres estan mirando, comentando y haciendo bromas....
Si les decía, por parejas daros la mano... saltaban comentarios jocosos por todos los lados "esa parejitaaaaa", yo no me reía, pero me parecía muy cómico. Verles dramatizar, saltar, correr, jugar a los juegos mas variopintos que planificaba la Kalabaza... ¡qué pasada de experiencia!.
Un día, un grupo decidió que no iban a participar... como siempre con excusas. Que si me he resfriado, que no puedo porque me duele la rodilla, etc... luego empezaba la clase y empezaban a venir... Pero con cuidado, porque es como cuando das clases con adolescentes, hay veces que van a pillarte... que si has dicho ésto, que si el otro grupo ha hecho el otro juego y nosotros no...
Un día incluso comí con ellos en el comedor... se puede trabajar tanto y tantas cosas... la mayoría de la gente tiene tantas ganas de aprender. Es una pena, no aprovechar esas ganas, esa ilusión... esos talentos desperdiciados... pero al final, que si por una cosa, que si por otra... la casa sin barrer. Conocer a los policías, a los terapeutas, al alcaide, las instalaciones... ¡qué experiencia!
De hecho miré para quedarme a trabajar aquí, pero como siempre... todo si... pero a la hora de la verdad todo problemas. El principal, que no había seguridad de cobrar pasados 6 meses... es una locura y no puedo vivir del aire... en fin, una pena...
Joder!! Se me ocurrían tantas cosas, sencillas... por ejemplo hacer clases de búsqueda de empleo, preparar el currículum, orientación laboral, simulación de entrevistas de trabajo... vendrían como agua de Mayo. Pero bueno, una pena... me las guardo en el zurrón. Y mira que se puede trabajar, hay mucho trabajo aquí dentro... la elevada reincidencia es un síntoma de que no se consigue capacitar, dar nuevas herramientas o capacidades a los internos.
Tuve mucha suerte y pude conocer a muchos de ellos, más en profundidad... sus historias... Yo me preguntaba... cómo sociedad ¿qué estamos haciendo mal?. Había un abuelo, que se le había ido ya la cabeza... de hecho por las noches se meaba en la cama (con el consiguiente perjuicio a los compañeros de celda) y decía que estaba en el campo, se le había olvidado que estaba aquí dentro... Luego veía a las mujeres, algunas de ellas me recordaban a mi madre... y uno se preguntaba... ¿qué le habrá sucedido?, jóvenes, adultos... todo mezclado...
Cuando me despedí, alguno me saludaron chocándome las manos, otros con una sonrisa, otros con breves palabras, abrazos... y algunos con brillo en los ojos... realmente impactante, parece que uno hace poca cosa, pero muchas veces uno sabe que lo que pensamos que es poquita cosa, puede ser una gran cosa para otra persona...
Que os puedo decir más... Yo lo soñaba... para mi era un sueño, un sueño que pude hacer en realidad... trabajar en una cárcel encima en Latinoamérica... a pesar de que fue un mes... pero todo tan intenso!! je je
Aquí se produjo otro momento increíble en mi vida, de esos que si me da tiempo recordaré antes de morirme. La impresión de entrar por primera vez al patio. Cruzar las rejas, ver a los internos (no se dice presidarios o presos, sino internos), ver los talleres, los pequeños colmados (kioskos) pasar a la cancha y entrar a la biblioteca... fue menos de un minuto, pero fue una sensación increíble... un mundo paralelo, un mundo nuevo ante mis ojos.
Lo que me soprendió fue en un principio las medidas de seguridad, relativamente aleatorias que tomaban los policías a mi entrada. Hay que recordar que es una cárcel de baja seguridad, por lo que no generalicemos. Porque en Ecuador, hay cárceles de alta seguridad realmente peligrosas (con bandas altamente organizadas). No se, uno realmente que sabe de las cárceles. Pues prácticamente nada, lo que se imagina, lo que ve en las películas... pero realmente uno sabe poca cosa y menos de una cárcel en Ecuador.
Luego conocer a los internos (hombres y mujeres, de diferentes edades desde chavalillos hasta abuelos), las celdas, la ropa tendida, las máquinas, los trabajos de carpintería en el taller...
Ya me habían contado, aquí todo tiene un precio... se alquilan zapatillas, balones, se compra comida, ropa... todo tiene un precio. Ver el momento del rancho (comida) como todos llevan su cuchara, cuenco y plato... Todo se alquila. Me encantó ver su propio cine-forum (nosotros unos cientos de metros en el local de un amigo hemos empezado a hacerlo) y la película... pues "Ciudad de Dios", peliculón!!!.
Cosas que fuera no tienen importancia, aquí todo lo contrario... una cuchara, unas zapatillas para jugar, una camiseta limpia, una cobija (manta)... aquí dentro es oro.
Todo fue genial, conocer a los PPL (Personas Privadas de Libertad)... todos tienen motes por ejemplo que recuerde "Torcido", "Tarjetero", "Culebra", "Culebrita"... de lo más variopinto. Y ha habido de todo, gente que le caí mejor otros no tanto, incluso vi un momento de tensión en un juego de ecuavoley.
Pienso que lo que me proteje es el estima o cariño por parte de los PPL y los policías, llevarme bien con ambos es fundamental. A ellos también les viene bien, porque se reduce la tensión entre los PPL, por tanto los PPL están más tranquilos y por ello también los policías. Siempre hay que estar "atenti", uno nunca sabe lo que se cuece... parece una cosa pero puede ser otras.
Siento decirlo, pero fui testigo directo de la corrupción policial, le das $5 para unos secos de pollo y no te ponen una multa de tráfico!!. Mira que me habían comentado, pero cuando uno lo ve con sus ojos... como dicen aquí que iraaaas!! que grave!! gravísimo!!. Pues debo confiar en la policía para estar seguro aquí dentro.
Uno de los regalos, un llavero que hacen en carpintería... me acuerdo hasta del nombre del interno, Víctor Hugo, como olvidarlo... me venía a la cabeza algunos de los relatos de "Les misérables" |
Se juega a las cartas (al juego de las 40), parchís, ajedrez, fútbol, ecuavoley... en todo se apuesta y se pagan hasta a los árbitros. Hay gente encantada con las clases, en cuanto me dijeron mis compañeras... Víctor puedes hacer juegos con ellos, les gusta jugar al "gato al ratón". En cuanto me dijeron eso, dije ok!! sin problemas!! si juegan al gato y al ratón!! no hay problemas... así que plantee actividades de todo tipo, desde más relacionadas con actividad física como juegos y dinámicas...
Menudas risas, fíjate si a mi a veces sin participar se me iba de la cabeza donde estaba... imagínate a ellos. Una pasada, les venía genial. Desconectaban de lo lindo... y hacerles jugar era genial. Como se lo pasaban... que si bromas, que si comentarios (muchos de ellos siempre en relación a la sexualidad, sobretodo homosexualidad... curioso). Como daba las clases en la cancha, todos los internos que no participaban y no trabajaban en los talleres estan mirando, comentando y haciendo bromas....
Si les decía, por parejas daros la mano... saltaban comentarios jocosos por todos los lados "esa parejitaaaaa", yo no me reía, pero me parecía muy cómico. Verles dramatizar, saltar, correr, jugar a los juegos mas variopintos que planificaba la Kalabaza... ¡qué pasada de experiencia!.
Un día, un grupo decidió que no iban a participar... como siempre con excusas. Que si me he resfriado, que no puedo porque me duele la rodilla, etc... luego empezaba la clase y empezaban a venir... Pero con cuidado, porque es como cuando das clases con adolescentes, hay veces que van a pillarte... que si has dicho ésto, que si el otro grupo ha hecho el otro juego y nosotros no...
Un día incluso comí con ellos en el comedor... se puede trabajar tanto y tantas cosas... la mayoría de la gente tiene tantas ganas de aprender. Es una pena, no aprovechar esas ganas, esa ilusión... esos talentos desperdiciados... pero al final, que si por una cosa, que si por otra... la casa sin barrer. Conocer a los policías, a los terapeutas, al alcaide, las instalaciones... ¡qué experiencia!
De hecho miré para quedarme a trabajar aquí, pero como siempre... todo si... pero a la hora de la verdad todo problemas. El principal, que no había seguridad de cobrar pasados 6 meses... es una locura y no puedo vivir del aire... en fin, una pena...
Joder!! Se me ocurrían tantas cosas, sencillas... por ejemplo hacer clases de búsqueda de empleo, preparar el currículum, orientación laboral, simulación de entrevistas de trabajo... vendrían como agua de Mayo. Pero bueno, una pena... me las guardo en el zurrón. Y mira que se puede trabajar, hay mucho trabajo aquí dentro... la elevada reincidencia es un síntoma de que no se consigue capacitar, dar nuevas herramientas o capacidades a los internos.
Tuve mucha suerte y pude conocer a muchos de ellos, más en profundidad... sus historias... Yo me preguntaba... cómo sociedad ¿qué estamos haciendo mal?. Había un abuelo, que se le había ido ya la cabeza... de hecho por las noches se meaba en la cama (con el consiguiente perjuicio a los compañeros de celda) y decía que estaba en el campo, se le había olvidado que estaba aquí dentro... Luego veía a las mujeres, algunas de ellas me recordaban a mi madre... y uno se preguntaba... ¿qué le habrá sucedido?, jóvenes, adultos... todo mezclado...
Cuando me despedí, alguno me saludaron chocándome las manos, otros con una sonrisa, otros con breves palabras, abrazos... y algunos con brillo en los ojos... realmente impactante, parece que uno hace poca cosa, pero muchas veces uno sabe que lo que pensamos que es poquita cosa, puede ser una gran cosa para otra persona...
Que os puedo decir más... Yo lo soñaba... para mi era un sueño, un sueño que pude hacer en realidad... trabajar en una cárcel encima en Latinoamérica... a pesar de que fue un mes... pero todo tan intenso!! je je
Post dedicated to Carolina, gracias por toda la información!!
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