Pues ya estoy en Cali... la ciudad de la salsa. Un albergue y a conocer. Con el bus, llegas por el Sur, la zona más pobre. Realmente impresiona.... ¡mucho!. En mi opinión hay que ver mundo y espabilarse, sino uno vive en su burbuja, en su nube... y aprender, no parar de aprender.
Lo de los "minutos" en la calle es una constante. Gente y comercios que prestan sus móviles, para hacer llamadas y luego según la duración, te cobran... ¡como en las pelis!
¡Cuánta tienda! ¡Cuánto comercio! ¡Cuánta venta ambulante!. Me junté con varios extranjeros, de forma así improvisada. Pillamos unos taxis y fuimos a una "salsoteca", una discoteca de salsa. Genial, ir en taxi, ver las calles por la noche. Meterse en un tugurio... ¡madre!. Y luego salir, pillar el taxi y al albergue. ¡Qué emocionante!
Esto es seguridad en el bus ¡qué bién! |
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